jueves, 24 de octubre de 2019

LAS RATAS DEMÓCRATAS



   En la entrevista cotidiana que le concede el insomne Pedro Sánchez a Antonio García Ferreras (ambos en la imagen) a cambio de que a este no se le ocurra hacer preguntas, una duda quedó sembrada en el yermo bancal de mi entendimiento. A mí me habían dicho todas las televisiones, durante cuarenta años, que vivíamos en una democracia perfecta (…)

El caso es que el insomne en funciones le dijo a Ferreras, textualísimo, que el segundo sepelio de Franco ha sido «un paso de gigante para la democracia». A ver si nos aclaramos, entonces. Si ya vivíamos en una democracia plena, ¿cómo a esta democracia inconsciente se le ha ocurrido dar un paso de gigante? ¿Hacia dónde, si ya habitábamos la perfección? Habrá que consultar el VAR, pero yo no sé si es lícito considerar ‘gran paso’ el hacer con el tacón de Dolores Delgado un agujero seis metros bajo tierra.

Y Ferreras se olvidó de preguntarle por los policías que, en Catalunya y Madrid, agredieron a periodistas identificados. Hay vídeos con audios muy explícitos de varias salvajadas contra reporteros. Pero ya no son noticia ni en la tele ni en sus propios periódicos. Otro gran paso para nuestra democracia, supongo.

Yo no digo que esté del todo mal pegar a un reportero, pues todos los periodistas nos merecemos de vez en cuando alguna hostia. Sobre todo los fotógrafos. Pero, si eres gobernante, debes elegir muy cuidadosamente el momento. Y, si eres periodista, has de  preguntarle al insomne en funciones sobre el asunto, si fuere menester.

Meterles miedo a los periodistas siempre ha sido mal negocio. No solo en las manifas. También en los platós. Sin embargo, en esta democracia ejemplar de pasos de gigante, el tema de las agresiones policiales a periodistas está pasando bastante desapercibido. Yo supongo que nuestras razones tendremos, los periodistas y nuestros directores, para sentarnos tan cómodos sobre tan sonrosado forúnculo cular.

Las agresiones a periodistas identificados e indefensos es la prueba de que sí hubo violencia policial indiscriminada en Madrid y Catalunya durante las manifestaciones contra la sentencia del procés. Pero no hablemos mucho de ello. No vaya a ser que nos pise la lengua algún paso de gigante de nuestra democracia plena. Tan mamporrerita ella. Qué riquiña.


-Aníbal Malbar en PÚBLICO






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