“Voy a declararme
salvajemente tuya.
Y a escribirte con
saliva en la espalda esta poesía
durante los créditos
de cualquier película
porno
que proyectemos en el
espejo de tu habitación.
Voy a protagonizar
cada escena,
a llenarte las paredes
de gemidos
y la boca, de mí.
Voy a declararme
salvajemente tuya.
Y sólo voy a volverme
cuerda
si la usas para atarme
las muñecas
y para desatarme las
ganas
de follarte hasta la
voz.
Dime, ¿para qué coño
quiero yo los modales
pudiendo tener la mano
dentro de tu pantalón?
Vamos a ampliar la
lista de pecados capitales
hasta que esta ciudad
se quede sin ángeles.
Vamos a hacernos los
muertos.
Vamos a dormirnos las
lenguas
a mojarnos los dedos
y a gastarnos el
sudor.
Vamos a soldarnos,
vamos a no soltarnos.
Y tú, si tienes que
guardar las formas
que sean las de mi
cadera
bailándote encima.
Voy a declararme
salvajemente tuya
y voy a lamerte el
cetro hasta sentirte
tocado
y hundido
hasta el fondo”.
- María Vera / “Vida
después de la huida”
------------------------------------------------------