“Hoy creo lo que
parece una obviedad: que al caos hay que responder con la sensatez, o al menos
intentarlo. Pienso eso porque padecí los efectos del caos y poco gocé de su
presunto prestigio. Para nadar en el caos basta con dejarse ir, empujado por
sus incontables voceros, pero esas aguas queman. La sensatez, en cambio, parece
cosa de viejos, de cansados, de resignados, cuando en realidad se trata de una
alta conquista del espíritu, mucho más difícil de alcanzar”.
- Marcos Ordoñez /
“Una cierta edad”
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