lunes, 21 de abril de 2008

PESADILLA


Soy una planta bajo el alero de un tejado.
Llueve sexo inconteniblemente delante de mí.
Y yo solo puedo crecer hacia arriba.



-El mestizo de Pit Bull




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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Había encontrado una prolongación de su pensamiento en los libros de los clásicos. Por eso cuando le confiscaron los Ensayos de Montaigne y los dieron a la gran hoguera del fuego purificador, justo en la misma mañana de humo y plomo en los cielos, sufrió el primer abceso (dermatitis atópica, dictaminó el especialista) de fiebre y eritemas en la región frontal de su adolorida cabeza.
Había encontrado unos cartones con los que se fabricó una cabaña para estar a la altura de sus juguetes, y disfrutar con ellos a ras de tierra, aunque a resguardo del mundo, de la lluvia y de los soles del ferroagosto. Era un lugar estrecho, un espacio reducido, pero lo suficientemente suyo como para salir de sí, como para exclaustrarse de su solo tacto y entrar en contacto con los juguetes que en verdad contaban para él, pues daban prioridad a sus mismas jerarquías y valores.
Había despertado a medianoche, angustiada por la presencia de un alerón sobre su cabeza, que lo sometía a un doble efecto: por arriba limitaba –amenaza de atrofia- su crecimiento (aquella planta sólo podía crecer hacia arriba); y un segundo efecto era que la lluvia, aquella lluvia de compás altamente erótico y seductoras cadencias, caía desde el borde del alerón formando una especie de cortina justo delante de sus morros; una pantalla de miles de gotas mansas o golpeantes, a cuyo trasluz sentía cómo subían y bajaban las sirenas de la lluvia, con sus cantos y arrobos a solo un palmo de sus narices.
Aquel alerón, pues, era una tantálica provocación, una invitación al deseo que a su vez la instalaba en una posición de amenaza y limitación para su crecimiento. Entonces tuvo una idea. ¿Porqué, si no podía seguir creciendo hacia arriba, no cambiar la topología de su crecimiento? ¿porqué no intentarlo en un espacio proyectivo -¿es que todos no eran proyectivos, en el fondo?- ¿por ejemplo, de seguir creciendo hacia dentro como si fuera arriba-adentro otro azar, otra necesidad del medio ambiente de arriba-arriba? ¿No sería una forma de hacer mas accesible los afueras? ¿No tendría una fuerza de ATRACCIÓN propia añadida a la del peso ideal de la manzana de newton, en un espacio euclidiano considerado uniformemente univoco y unidireccional –crecer hacia arriba-, pero ¿hacía cuál de los muchos arribas posibles? La fijeza del crecimiento es propia de los trabajos de titanes y demás héroes atados a una sola empresa, unívocos, monodireccionales. Pero estos cambios en la escala de su crecimiento –el alerón sobre su cabeza en sueños- ¿no implicarían, también, en la naturaleza del crecimiento así escalonado?
Nada se indica, en el sueño, sobre ila naturaleza de los mateariales matariles del alero. La lluvia erótica es por definición portadora de poder erosionante, por lo cual, si el alero era de chapón, de Uralita, de cartón o de acero inoxidable, solo es cuestión de poner los relojes en la cuenta atrás. Si toda pesadilla es espejismo de una culpa, toda condena tiene prescripción, y ahí están los estudios de Derrida, paravolteando los cuales, aquí se expone el siguiente comentario de salida de pesadilla:
Hay una contradicción ab initio y de naturaleza en los operativos de este sueño: si la planta modifica los componentes de su abstracto y de su estricto vegetal –por ejemplo, en cuanto siendo planta percibe una lluvia sexual…-
Ergo, démosle también actuar a la potencia humana como salida de su sueño: por ejemplo: el drama angustioso de esta pesadilla viene a mi leal saber y entender del inmovilismo topológico de la planta: en cuanto planta está fijada de por vida a sus raíces, radicalmente limitada al lugar donde nació y en cambio peercibe connotaciones humanas –de sexo- en la lluvia de este sueño.
Solución: démosle la posibilidad de equilibrar esta fijación a las raíces, esta inmovilidad radical de las plantas (se puede intentar transplantarlas, pero ello exige ya participación humana, esto es, de potencia ajena)…. con la posibilidad de marchar del humano, que se evade, sale o es salido del vientre de la madre; del humano que crece y se marcha de la cuna, del cuarto, de la casa de sus raíces…. mientras que las plantas están perentemente ligadas a su topos de radix...
Otra solucion: si la plantqa está condenada a crecer unívocamente unidireccionalmente solo hacia arriba y le ponen los limites de un alerón, habrá de comunicarse de otro modo con la lluvia: da optimismo pensar que en un espacio tan aislado y tan estrecho y tan limitado como el de esta planta estaban los viajeros de ITACA:. Y excuso señalar la apertura al mediterraneo, la comunicación con el mundo que nacio a partir de un espacio tan estrecho y tan aislado como la isla de ITACA.
Naturalmente, las plantas de los viajeros terminan por endurecerse de recorrer los caminos del mundo y se corre el riesgo de no reconocer sus caminos, de ver en peligro su identidad se hace en estos casos se hace CANINO al andar, al andar se hace CANINO, y al volver la vista atrás.. El viajero pone en riesgo su pasado, sus constumbres, pero a cada cual valorar si esto afecta a su esencial. La planta crece y da sus frutos. El niño juega que es un delfín y se comunica dando un grito por la galería del patio de su escuela que es percibido por los delfines del mar de ítaca. El niño se comuica con los delfines porque se transforma en un delfín siendo otro. Summa … y sigue…
Hay unas orquídeas en orillas del Orinoco –esto me dijo hace veinte años una doctora y botanista en un Curso sobre flores de bach en granada,- que no están sujetas a la tierra por otras raíces que unos filamentos microscópicos, mitad agua, mitad electrones, mitad luz… Su fragiloidad solo es comparable a su belleza…y a su moVilidad.
Saludos fraterales
Anomino dominus anime

El jardinero dijo...

Jooder... ¡Qué barbaridad! Zumito del bueno. Gracias.