lunes, 28 de abril de 2008

OTRO INMORTAL


ELEGÍA

La niña rosa, sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
abierto, un atlas.

¡Cómo la miraba yo
viajar, desde mi balcón!

Su dedo -blanco velero-
desde las islas Canarias
iba a morir en el mar Negro.

¡Cómo la miraba yo
morir, desde mi balcón!

La niña, rosa sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
cerrado, un atlas.

Por el mar de la tarde
van las nubes llorando
rojas islas de sangre.



RAFAEL ALBERTI, Marinero en tierra





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3 comentarios:

Anónimo dijo...

I
A medianoche, Rafael,
La lluvia en un aguacero
Corriendo cruzó mi calle
Bajel de agua y cristal
Como luna en el brocal
Que va de la fuente al valle
-hielo y sombra en el balcón
donde a mis luces espero-.


II
Cuando cesaron las gubias
-golondrinas de los charcos-
se apagaron los espejos
en la cresta de los barcos…
Y en estos tiempos adversos
- hielo y sombra en el balcón
donde a mis luces espero-
a medianoche sentí
temblando en mi corazón
el rescoldo de tus versos
oh, inmortal marinero…

SR


(tai-chi:seguir la estela del maestro
como cantiñear bajo un árbol
con sus ramas abiertas... gracias)

El jardinero dijo...

Formidable...

Anónimo dijo...

sigo probando