Cuando yo era un lobo solitario entrando en la
madurez vivía, trabajaba y entrenaba Karate en Madrid. En el año 1990 llegó el temido y
deseado momento en que hube de prepararme para el examen de Cinturón Negro del
viejo estilo Goju-Ryu; un enorme esfuerzo justificado solo por la importancia
que tenía para mí y para mi metálico y desconocido ego la dura prueba. También
influyó mi absoluto convencimiento de que esta experiencia era necesaria para
seguir “en el camino”, esa abstracción en cuyo nombre las he pasado canutas en
muchas ocasiones, no siempre con provecho. Se avanza a ciegas.
(...)
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2 comentarios:
… ¿y ahora … es más fácil seguir en tu camino que antes?
Para mí ha sido difícil encontrar mí camino. Nací en una familia bastante problemática lo cual me marcó bastante en mi juventud…
Lo mejor de mi actual transitar por el "camino" es que ya presiento cerca el final. No sé si un año, dos o tres, pero ya se ve el borde el abismo. Qué ansiado volver a la nada.
La influencia de los padres lo es todo en nuestra formación multidisciplinar vital. Tampoco yo lo tuve fácil.
Gracias por el comentario.
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