lunes, 19 de mayo de 2008

IDEAL









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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay un concepto de jardín que se articula en torno a las correspondencias –interior, exterior; claro-tupido- y los isomorfismos (pensador-pensadora; seto como frontera-seto como pedestal de especie arbórea).
Si uno se asoma a los antiguos jardines del antiguo Colegio Salesiano en Ronda, la sacudida de estos y otros repertorios puede ser brutal: una masa vegetal ciega, pujante y tupida avanza sin referentes de especie, de espacio o de frontera. La vida del jardín sin otro canon que ella misma, ha derivado en la belleza loca de estas hiedras que salidas de madre parecen querer seguir trepando en vertical hasta maniatar a la primera nube que se ponga a tiro de hiedra.
Es tal la progresión de la feraz maleza que en lugar de los clásicos “troncos por columnas”, el ritmo visual y la sístole respiratoria de los jardines lo marcan los escondidos claros que lograron hacerse un hueco en la global empresa de amasijos, repuntes, texturas, quebracías…
Nos encontramos así ante una inversión del tejido y la estructura; una vuelta a los orígenes (el caos primordial, el totus revolutus frente a cualquier intromisión jardinera en sus asuntos).
Solo alguna orden poética que haga luz de lo opaco y lo perdido podría imponer un poco de coherencia y de futuro.
Salvador Ramos

Titania dijo...

Bonita escultura para tu jardín: cinco sauces y una estatua que sueña

:)

El jardinero dijo...

Pide Salvador una orden poetica y aparece quien puede darla desde el dorado Monte Olimpo: Titania, sobrenombre de Diana y reina de las hadas.

Anónimo dijo...

Querido Jardinero, como poder puede, y escrita está la orden poética de Titania. Algo es algo. Ahora bien, lo que un servidor demandaba (también está escrito) era una orden poética para un Jardin desjardinado, por así decirlo, esto es, para un amasijo vegetal incesante, una trama pujante, ciega y tupida.
El sentido, en sindéresis, lo dan la finalidad (yo hablaba de coherencia) y el objeto receptor de la demanda. Es decir, que ya de entrada, por muy reina de las Hadas Olímpicas que sea, no es de aplicación la hadánica proposición de Titania. Pides peras y te dan tomates.
Lo que sirve para el Pentasaceuco, si se me permite, difícilmente ha de servir para lo otro. Por muy orden poética que sea.
Ignoro qué necesidad interna me lleva a intentar dar mi visión personal de una situación determinada, aunque no quiero dejar de subrayar el tirón expresivo que dicho amasijo vegetal o por mejor decir, su convulsa belleza, me produjo.
El caso del jardín desjardinado del antiguo Colegio de los Salesianos en Ronda habríamos de considerarlo como un ejemplo mas de la derrota seguida por el urbanismo en esta historiada ciudad. Lo que a su vez nos remite a la necesidad de educar la sensibilidad de los ciudadanos para interesarlos desde esta sensibilidad por su urbe –urbanidad-. Donde pongamos el énfasis estaremos situando el problema o la solución. Para una comprensión cabal del jardín desjardinado yo dudaría dónde situar la O.P. de Titania. En qué punto o cota entre las monocotiledóneas de Patmos, y el Trivial Porsuit.
En cambio, doy en pensar que el Jardinero sí ha captado el meollo mas apremiante de mi exposición: la dialéctica entre masa e individuo. Es mas, es así como entiendo y me explico su subida al blog del tema de las modelos frente a los mercaderes de los masivos medios. Pero eso será otra entrada. Si a este Hadánicamente Eviático le asisten los medios.
Salvador Ramos

TITANIA.- Una bonita escultura para su Jardín: cinco sauces y una estatua que sueña… bajo el viento del alba… (añado una licencia poética propia a su propuesta, señora Hada).
No pediré disculpas, claro, pero sí constato que, a cierta edad, algunos ya no sabemos pensar en otras cosas.
Se nos va la mano y la vida tras un verso.
Claro que, como dijo Malone el de Samuel “pronto, a pesar de todo, estaré completamente muerto”.
(Y no sé si tomarlo por una amenaza o por un altísimo consuelo, francamente).
HADÁNICAMENTE SUYO,
S.R.