viernes, 2 de mayo de 2008

ENTREVISTA A ISABEL COIXET


¿Por qué en el cine, por lo general, los personajes mejor preparados intelectualmente son aquellos que más se exigen a sí mismos y los que peor lo pasan?

.-No solo son los que más se autoflagelan, cuidado. También suelen ser aquellos que más castigan a quienes les rodean. Cuanto más sabe uno, más vulnerable se siente. ¿Por qué? No lo sé. Hay quien se ha protegido tanto de la infelicidad que ha pasado a convertirse en el ser más solitario del mundo. Uno puede protegerse de las cosas, ¡pero hay un momento en que tienes que mojarte! Y no hablo de querer a alguien, sino de aceptar que alguien te quiera. Algo que suele ser mucho más complicado.




-Por Javier Estrada




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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Amarse a uno mismo es de las cosas mas difíciles. NO es ese amor de narciso y bioyogur Y ARTE Y ENSAYO, CLARO.
Y hablando de amor, tengamos presente la vida precisa de las palabras: al decir amor, ¿hablamos de Eros o de Ágape? ¿O de ambos, a ratos amor igual a eros, a ratos amor igual a ágape? ¿A ratos del amor que toma el amante para sí del otro y a ratos del amor que da y que comparte el amante con el y para el otro? ¿Mojarse, querida Mojadora, es beberse hacia fuera la cuota de atención que la boca reclama desde adentro? ¿No será la oración, como dijo Simon Weil la forma definitiva de atención? ¿Lo que Montaigne llamaba la amistad que se alcanza en la convivencia marital, no es otra forma de protegerse contra el estado de la infeliz felicidad? ¿Qué alguien te quiera no puede alcanzar la perfección sencilla de sentirse recíprocamente acoplados en el amor a la vida?
La cuestión tiene muchas mas cuestiones, claro, muchos mas poliedros que se deshacen en el polvo enamorado: Isabel prioriza, incide, reitera el aspecto de la seguridad. La seguridad, el amor y el saber: dicho en cine, yo le pondría este título en línea con los clásicos: La vida precisa de las palabas: Paseo por la seguridad, el amor y el saber.
Primero.-¿Cuál es el lugar del saber en los estudios y almacenes del conocimiento? –Hace treinta años me gané un suspenso por citar a mi catedrático Tomista un titulo del profesor Gustavo Bueno: Del lugar del saber en los estudios superiores”.- Porque, de un lado, no puedo sino subrayar que hay un saber basado en la repetición –tecné- y que esta reiteración que procura seguridad a sus mílites (ya los griegos lo sabían). Repite y ganarás en confianza: repetir para sentirse protegido.
¿Habrá también un olvido que nace de la repetición?
Segundo.-Vulnerable, protegido, protegerse de las cosas… parece que se repite para asegurarse… ¿Aparte de vestirse con los saberes en broquel, ¿no habrá una forma de rotegerse quitándose la cebolla de las corazas hasta quedarse en un saber tan depurado y descargado que alimenta la vida latenta de las palabras y la vida secreta de los silencios?

Es curioso que utilice el símil de mojarse –como las palabras en la boca de la lengua, como los gatos se ensalivan para limpiarse, supongo que mojarse quiere decir el momento de RESPONDER a una verdad interior, a una necesidad interior que se manifiesta a la vez como algo vital para tu existir. ¿Y acaso el existir no se reclama del amor para vivir…
Quinto.-¿El saber no ocupa lugar? ¿¿Su lugar Nos liga el saber a lo vulnerable? ¿Es lo mismo fragilidad que debilidad?
Sexto,.¿El culto flagelante se picaría para aligerar los leucociditos doctrinantes de su sangre que la espesan?
¿Llegaríamos así a un saber tan simple y tan depurado como una película con el vacío y el silencio como argumento unico y total y con la sombra en soledad del mundo por todo enunciado?
SR

El jardinero dijo...

Comentario de categoría, si señor. Lastima que no haya un polemista de tu altura, querido SR.

El jardinero dijo...

Para francia. Yo autorizo tus intentos de contactar pero son tan brevísimos que parece que el programa del blog no los recoge. Inténtalo con algo más extenso.

Anónimo dijo...

Espero con ansia el estreno de esta última película de Isabel Coixet. He visto todas sus películas, algunas dos o tres veces, y devoro con ganas sus entrevistas. Su sabiduría no puede venir más que del dolor, la sensibilidad, el autoconocimiento y la propia experiencia. Me parece muy, muy interesante el extracto que has seleccionado, también me inspira algo de miedo la verdad que sabemos que encierran esas palabras. Son una advertencia a tener muy en cuenta.

El jardinero dijo...

Hola y gracias, otra Isabel.