domingo, 25 de mayo de 2008

GRACIAS ISABELA


Lo que se aprende en la madurez no son cosas sencillas, como adquirir habilidades e información. Se aprende a no incurrir en conductas autodestructivas, a no dilapidar energía por causa de ansiedad. Se descubre cómo dominar las tensiones, y que el resentimiento y la autocompasión se encuentran entre las drogas más tóxicas. Se aprende que el mundo adora el talento, pero recompensa el carácter. Se comprende que la mayoría de la gente no está ni a favor ni en contra nuestro, sino que está absorta en sí misma. Se aprende, en fin, que por grande que sea nuestro empeño en agradar a los demás siempre habrá personas que no nos quieran. Esto es una dura lección al principio pero al final resulta tranquilizador.



JONH GARDNER
(Foto Juan Corzo)




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2 comentarios:

Anónimo dijo...

SANTA SEVERA
Ay, ay. Ayyy… qué trabajos nos manda el Señor… -Zarzuela Agua, azucarillos-

No te fíes demasiado de ti si en este punto de mi vida te parezco… (Giacomo di Taormina)

Rogativa. Querido Jardinero: Usted es para mí un número uno, así que no se me pierda en estas cuestas, plis).
Confesiones. Querido Jardinero, me despedí de mayo con un aguacero matutino a prima hora, entre el viento del alba removido por los campanarios y la lluvia solitaria en la Alameda del Tajo mas silente aún que nosotros cuando de niños nos preguntaban,
-¿Qué vas a hacer en la vida?
Y nos calábamos la boina hasta las cejas, mirando fijamente hacia los montes o cualquier otra curva lejana en la que un tren pasaba junto a un árbol solitario…
Esta respuesta INCURRIRIA manifiestamente así en simpleza informativa como en habilidad, por lo que –me, la- seria de aplicación el Imperativo Pedagógico de John, uséase, que un servidor viviría sin vivir en si, incurso de pleno en la mas manifiesta madurez desaprendida… ¡Santa Severa de Ímola, ten caridad para nosotros¡
(Aparte).-Curiosa lluvia de mayo, Jardinero, que me ofreció su limpio son casi al final, ya próxima a perderse.
Y de pronto me acordé de aquel gran poeta y frecuentador de tabernas que fue Ángel González. Me fui a la Hispania y pregunté por sus libros.

Gardiner, John.
No he leído a Gardiner, pero quien se pica, como dice el refrán, ajos come.
Y este párrafo es mas propio de un psico-sociólogo-moralista que se picó (qué gracioso, por ejemplo, cuando usa el verbo “incurrir”) que de un narrador. O al revés.
Una de las peores cosas que le puede pasar a un narrador, es tener aspiraciones de psicólogo o de sociologo reformista, y pasar su prosa por la turmix de estas ciencias; y es que al arte le basta con mostrar; las demostraciones corren a cargo de la ciencia.
Ojo al dato.
Hace años descubrí que algunos autores ya habían pensado bastantes años antes que yo, lo que a mí me hubiera gustado pensar después.
Por ejemplo, Bergson, con Materia y memoria, escrito hacia 1910 (dato que dejo para los amantes de la perfección).
Debió ser cuando usted y un servidor transitábamos por las calles de la que luego seria llamada “transición democrática” y el mundo era un pañuelo anudado en las pesadas llantas de una reflex nikon, cuyo diafragma se obturaba con uno de aquellos clicks de mecanismo relojero, tan rigurosamente preciso como el tiempo en una dalia…
(Por cierto, muy bien de reflejos la foto a pié de párrafo de Juan Corzo).
Y no es que un servidor tenga nada en contra de las reglas de San Benito –así en su letra como en su espíritu-, la psicología, el conductinistmo, ni los reformadores de costumbres que quieren cambiar a aquellos que viven en otra canónica ajena a su bienpensante y bienhaciente madurez con sus Imperativos de salud, de conducta correcta, de moral salvífica.
Antes bien Mil Gracias les doy, así como a su Jardin y a todos los corresponsales jardineros o jardineras, a los que pido disculpas, si en algo me equivoqué en el tono, el fondo o la forma de mis escritos.
Me voy. Parto con el mismo miedo a una silla de ruedas y con las nuevas conductas autodestructivas como comerme siete bizcotelas de la confitería las Campanas de un tirón…
Qué cosas tiene mayo, ay, qué cosas...
YO - MA

El jardinero dijo...

Bienvenido tu comentario. Gracias Yo-ma.