"Si alguien me dice: “Ese hombre tiene un gran corazón”, eso significa que aún está aferrado a algo que no puede soltar. Por tanto, debe siempre hacer el bien, ser atento con todos, con su madre, con sus hijos. Es muy enternecedor, pero aún no es más que una etapa en su desarrollo. Por eso, en el camino iniciatico, el amor del maestro es muy diferente del amor maternal. Para quien todavía está ligado a su madre, el maestro carece de compasión porque no se dirige al yo existencial que aún necesita ser acariciado y protegido. Se dirige al Ser de su discípulo, cosa que, a menudo resulta cruel para el yo existencial. Pero, cuando habla a su discípulo, el maestro oriental no ve más que una representación del Ser universal, y eso es cuanto le interesa".
- K. G. Dürckheim -
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