sábado, 19 de mayo de 2007

DEL CREADOR DE LA BIOENERGÉTICA


De una manera muy amplia podían separarse dos tipos de personalidad según la forma en que reconocen sus problemas y definen sus deseos. Por un lado está la persona autodirigida, que sabe lo que quiere y lo expresa concretamente. Por ejemplo, dirá: “Siento que me estoy forzando demasiado y que necesito parar un poco”; o bien: “Mi cuerpo está tenso y mi respiración es muy superficial, necesito abrirme y hundir mi aliento”. Habla personalmente desde una postura de autoconciencia. La persona dirigida desde fuera (patológicamente dependiente de los demás) no puede hacerlo; sus demandas son generales y se expresan en términos amplísimos como por ejemplo: “quiero amor” o “quiero ser feliz”. Esta forma de hablar denota una falta de autoconocimiento que le aseguraría estar centrada, como lo está la persona autodirigida.


- Sobre un texto de Alexander Lowen -





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