Un
tamiz grueso atrapa poco.
Una
malla fina atrapa más.
Si
quieres lo sutil, se refinado,
Pero
prepárate para tratar con lo burdo.
La
ironía de vivir espiritualmente es que te vuelves más sensible y más sutil. Por
lo tanto, te vuelves intolerante a lo burdo. No hay mucha elección en esto. Si
quieres asir las cosas sutiles de la vida, debes volverte refinado. Pero las
cosas burdas se acumularán entonces aún más rápido. Un filtro grueso en un
rápido arroyo sólo contendrá escombros y grandes rocas. Una malla fina atrapará
cosas más pequeñas, pero también retendrá las más grandes.
La
solución radica en flotar en la corriente del Tao, uniéndose con ella. De esa
manera ya no buscamos retener o rechazar.
-Meditaciones taoistas
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