martes, 28 de junio de 2022

CON ESTE 4.000 POST

 


    “En el maravilloso texto “El infinito en un junco”, de Irene Vallejo, me entero de que el alfabeto griego, “el primero de la historia sin ambigüedades, tan preciso como una partitura”, que mejoró de manera radical las torpes aportaciones fenicias y nos proporcionó una herramienta válida de lectura y escritura para siempre, no fue el resultado de un trabajo colectivo y gradual, sino, según dicen todos los expertos, el logro de una sola persona, de un ser anónimo con una gran “sofisticación auditiva” que le hizo capaz de diferenciar los sonidos vocálicos de los consonantes. Me imagino a ese individuo, a ese hombre o quizá esa mujer, uno de los más grandes y trascendentales genios de la historia, sumido para siempre en las tinieblas del olvido, y pienso que cada vez que leemos algo, cada vez que escribimos, como ahora yo hago, estamos conectando de alguna manera con su cerebro y siguiendo los caminos que ella o él creó para nosotros. Mi gratitud por tanto”.


-Rosa Montero en EPS

 



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2 comentarios:

Pequeña Luna / Xiao Yué dijo...

Felicidades, has hecho un trabajo estupendo, y gracias por dejarnos disfrutar de tu maravilloso y apasionante jardín durante tanto tiempo.

Un fuerte abrazo.

El jardinero dijo...

Xié xié, Xiao Yué.


No sé si será la molicie propia del verano, o la conciencia cada día mayor de la inutilidad del breve esfuerzo que supone dejar constancia aquí de los destellos literarios que me impresionan y enriquecen.

Sea lo que sea lo iremos viendo en estos próximos meses.

Gracias por tu sensibilidad y tu paciencia.


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