Se nos piden sacrificios porque al gran capital
europeo no le ha gustado la sangrienta coz del Putin en Ucrania buscando como
un topo inmundo sus riquezas soterradas.
Ya estamos empezando a ponernos morados de pura
asfixia económica. Y la cosa parece que irá a más. Cuando llegue el otoño adosado
al invierno se recrudecerá el padecer de grandes mayorías. Los acaudalados
tranquilos. Los gobiernos, sean del color que sean, os protegerán. Los bancos
españoles tranquilos también. Nadie absolutamente se va a atrever a obligaros a
devolver el dinero de todos que usaron los dirigentes marioneta (en la imagen)
para reflotaros.
Pues adelante. Estamos dispuestos. Recemos al
destino para que podamos ver más pronto que tarde al dirigente ruso de la cara
de pan en una cajita de madera descapotable y llorado por sus hienas de
cabecera. Si no, el estrangulamiento mutuo nos hará a más de uno, arrancar con
la determinación suficiente, para el otro barrio.
Cuando pase la crisis, si pasa, esperemos que la
famosa deuda que tenemos con Europa se rebaje y adelgace para que de una ruina
no naufraguemos hacia otra, perfectamente documentada y clavada a posteriori en
la “sagrada” Constitución española, desbordante de la habitual falta de solidaridad
tan actual y posmoderna.
-S.P.
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2 comentarios:
Jardinero, me encantan tus entradas! te sigo hace años, me gustaría compartir algunas de ellas, pero no me atrevo sin tu permiso. Mencionaría el blog, por supuesto. Muchas gracias por seguir aquí aportándonos tus puntos de vista e instruyéndonos con los de otros. Saludos.
Josefa
Mi muy estimada J.R. Tiene usted permiso para compartir lo que desee de este humilde y ya provecto jardín. Se lo ha ganado por su pureza de sentimientos y su gran valentía para luchar en la vida.
Un abrazo cósmico y fresquito
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