Quienes han aupado a la Susana hasta ese puesto,
quienes la sostienen en lo alto, son la aristocracia misma del partido: los
Felipes, los Zapateros, los Guerras y Rubalcabas que han hecho y deshecho a su
antojo en el organigrama del psocialismo español dejando el camino regado de
cadáveres y de chaquetas de pana. También de oportunidades perdidas y de
promesas sin cumplir. Todo lo que pudo haber sido y no fue. Por poner sólo un
ejemplo, aunque hay cientos: la equiparación salarial entre hombres y mujeres.
Susanita no engaña ya a nadie, excepto a los que
quieren dejarse engañar. Que son legión, la misma legión de ilusos, pardillos y
cegatos profesionales que han tragado sin rechistar, uno detrás de otro, los
sapos de la OTAN, los GAL y la reconversión industrial; el interminable suma y
sigue de un psocialismo de cartón-piedra que ha entregado el país, atado de
pies y manos, a la banca y a la derecha. Los culos que la flanquean,
aristocráticos como ellos solos, están ahí para demostrarlo. Porque éste es un
país de culos, desde el de aquel caballo que llevaba al Conde-Duque de Olivares,
hasta el que se sienta en el sillón de consejero de Gas Natural.
-David Torres en PÚBLICO (extracto)
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