No todas las víctimas de los atentados del 11-M eran
católicas. Aún así, el décimo aniversario de aquella tragedia se conmemoró con
una misa oficiada por el arzobispo de Madrid Rouco Varela. El funeral de Estado
de Adolfo Suárez tuvo el mismo formato. Hubo polémica y el PSOE ha pedido la
regulación laica de los actos de Estado lo que los socialistas jamás se
atrevieron a poner en marcha en sus casi veinte años de gobierno. Tampoco
acabaron con los indultos que tradicionalmente se conceden a los presos con
motivo de la Semana Santa y a petición de las cofradías. Este año han sido
agraciados 21 por este sistema.
La Constitución Española demostró que había consenso
social para terminar con los privilegios de la Iglesia católica. La sociedad y
la ley exigen que la religión sea una cuestión íntima y que el Estado no
favorezca a ninguna confesión. Pero aquí seguimos enredados en la asfixiante
tradición porque desde 1978 no ha habido en España un solo Gobierno capaz de
aplicar la neutralidad y la laicidad exigida a la cosa pública.
-Gabriela Cañas en EL PAÍS
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