domingo, 31 de marzo de 2013

OPINIÓN



Me repugna de estos políticos ineptos la obediencia perruna a los Bancos. Aunque realmente no se les puede reprochar, revolverse contra ellos sería como revolverse contra el propio padre, pues es lo que son. De ahí que se nieguen desvergonzadamente a cambiar la legislación para aceptar la dación en pago. Vamos a decir que es de una lógica pestilente pero lógica al fin y al cabo.
Pero no comprendo por qué no legalizan el cánnabis y le quitan a Marruecos ese manantial gigante de dinero que desde hace décadas fluye hacia los poderosos de siempre, que lo podrán guardar tranquilamente en Gibraltar, porque si al menos fuera para el pueblo magrebí... Sugiero que, de regularse, todas las plantaciones coticen a Hacienda y los cultivadores, esos emprendedores que se juegan la libertad por su sustento, serían trabajadores autónomos y cotizarían a la seguridad social como cualquier otro español con trabajo.
Tampoco se entiende por qué, en uno de los países con más horas de sol de Europa, no hay una legislación clara y transparente, pensada para el ciudadano y no para las grandes corporaciones, en la que pudiésemos comprar o alquilar equipos (hechos aquí y certificados por el Estado) para captar la energía solar y eólica, para convertirla no solo en agua caliente, sino en electricidad, vendiendo la que no usemos a las redes generales. Miles de personas se verían así muy favorecidas, royéndoles ligeramente las inmensas ganancias a las grandes mafias, perdón, compañías energéticas.



-S.P.






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2 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

Una reivindicación en toda regla. La firmo contigo.
Besos, jardinero.

El jardinero dijo...

Por la firma y por tu compañía, gracias Isolda.

Bs.