Han
transcurrido más de treinta años desde que empecé mi entrenamiento y todos los
días tengo que sortear y vencer la falsa conciencia de que no sé nada. Todos
los días también (y no es una frase hecha) añoro aquel aprendizaje cotidiano y
lento con mi maestro, asistiendo durante años y años a sus clases, dejándome
empapar por la lluvia atomizada y caladera de su instrucción, con aquella fe
inquebrantable en la persona a la que ves hender la vida, lo cotidiano, con la
grandeza de un velero en rumbo imperturbable hacia la perfección.
-Papi
(En la imagen Yamashita Sensei, 8º Dan Goju Ryu)
--------------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario