La persona en la cual el tao actúa sin impedimento no daña a ningún otro ser con sus actos, y aun así no se considera “bondadosa” ni “mansa”.
La persona en la que el Tao actúa sin impedimento no se preocupa por sus propios intereses y no desprecia a aquellos que sí lo hacen.
No luchan por ganar dinero y no convierten en virtud la pobreza.
Sigue su camino sin apoyarse en los demás y no se enorgullece de andar solo.
Mientras que no sigue a la muchedumbre, no se queja de aquellos que lo hacen.
El rango y la recompensa no le atraen;
la desgracia y la vergüenza no le desaniman.
No está buscando constantemente el bien y el mal, decidiendo continuamente “sí”o “no”.
Los antiguos decían, por tanto:
“Las personas centradas en el Tao permanecen en el anonimato. La virtud perfecta no produce nada. “No ser”es “ser de verdad”, y lo más grande es ser nadie en la multitud.
- Transcripción libre de un texto de“El camino de Chuang tzu”, en la versión de Thomas Merton.
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1 comentario:
No está mal como introducción, además leerlo de vez en cuando no es mala costumbre para alimentar la determniación de vivirlo.
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