“El teatro para mí es
como estar dentro de un cuerpo que no me pertenece. Detesto a los actores y su
mundo, me da fatiga el artisteo, ese lodazal de egos, ansias de destacar y de
ser especiales. Los actores son ruidosos, tontos. A Beckett tampoco le
gustaban. Es una pena que sea todo tan cutre, porque las disputas estéticas deberían
solucionarse a tiros, como hicieron Rimbaud y Verlaine”.
-Angélica Liddell
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2 comentarios:
ARCANGÉLICO ZEJEL PARA LAMENTO Y QUEJA DEL AGUJETAS
MI MUY SARAI ANGÉLICA
Su reprobación de cierta casta "faranduleira", que vive chapoteando con sus egos en el lodazal de su ambición (no olvidemos que somos agua y tierra los humanos), en mi humilde percepción, se debe a un exceso de lucidez por su parte.
¿Porqué no prueba a cerrar los ojos ante la epidémica estulticpa mi motocarropa mi ie, oh niña-sarai del dolor y la belleza, y los abre en sus adentros como escritora de textos teatrales o directora en su recreación?
Sus luces, como el sol de Campanella u como las alas de Icaro, tengo para mí que aparecen cuando está rodeada por una sorda oscuridad, así en las partes como en el todo amor, en un laberinto de silencio y soledad.
Qué lejos, todo, entonces del artisteo..
Gracias por el nivel Jardinero... Sus subidas son como gasofa
pa mi mptocarro ISO...
"Un laberinto de silencio y soledad", para mí un sitio ideal. Puede que todo el mundo no piense así.
La gasolina para el motocarro en la gasolinera de La Dehesa. Antes de llegar a la curva grande de la carretera de Sevilla, de donde sale el carril de la finca de Pepe Diecisiete.
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