El gobierno socialista
anunció que exhumaría los restos de Franco del Valle de los Caídos en un plazo
de un mes y han pasado ya cinco y todo sigue igual. Esto se llama incumplir lo
que se promete. Es increíble que un gobierno de España no pueda deshacerse de los restos del último
dictador fascista de Europa.
La Iglesia Católica
está en el centro del asunto. Pero ¿acaso el gobierno no puede dar de comer a
los perros la momia de este asesino? ¿Qué está pasando? ¿Qué lío es este de la
momia de Franco?
A la muerte del
dictador, el Estado y no la familia, se hizo cargo del cuerpo y fue el Estado
quien procuró su embalsamamiento y enterramiento en el monumento fascista que
se hizo para tal fin. Entonces no es la familia quien tiene derecho del memorian defuncti sino el Estado ya que
la familia dejó hacer al Estado en la protección del muerto. Por ello, ahora,
el Estado, quiera o no quiera la iglesia católica, podría perfectamente entrar
en la basílica, sacar al muerto y si
quiere tirarlo al mar. No hay ningún problema y, si lo hay, que presente la
familia o la iglesia reclamaciones ante los tribunales. Que quemen esa momia y el daño sería ya
irreparable. No sabemos a qué se debe tanta sutiliza legal y tanta floritura
jurídica bizantina ante una Iglesia católica que mantuvo a Franco bajo palio
hasta su muerte y quien ha estado rezando por el alma del difunto, con devoción
y con cantos de escolanía, durante cuarenta años de democracia. Es esa misma
Iglesia que ahora se presenta como la fuerza equilibrada, como el fiel de la
balanza y quien ha dejado en ridículo y
humillado a la Vicepresidenta del Gobierno.
Respetar el Estado de
derecho no significa que haya que respetar la momia del dictador fascista y en
cuanto a la familia, todo su patrimonio ha sido enajenado a la Nación por la
fuerza de las armas. Pero ¿por qué no empieza el Gobierno a expropiar a esa
familia todos sus bienes? Pero ¿para qué tiene el Estado una legión de abogados
y juristas? ¿Por qué no empiezan a
trabajar? Tanta parsimonia enrarece el ambiente.
Muchos dicen que, en
el fondo, todo este asunto es una estratagema electoral de Pedro Sánchez, que,
al no tener un programa social digno de ese nombre, solo le quedan los gestos
izquierdistas para ramblar votos de la base electoral de Podemos . Pues si es
una ardid electoral aún tenemos más razones para mandar al infierno los restos
del dictador ya que el tiempo se puede estar acabando. Por favor, decreten ya
la voladura del Valle de los Caídos y den un plazo a los monjes benedictinos
para que salgan corriendo.
-Antonio Gómez
Movellán / Presidente de Europa Laica
(Montaje fotográfico de HUMORCILLET NEWS)
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