EL HORROR
El horror sigue entre nosotros. Gracias a la
democracia naif en la que vivimos, el horror es más divertido, diverso y
delirante. El horror es intentar concertar una cita médica de la Seguridad
Social a través de una aplicación de teléfono móvil que dice todo el rato
“error en el sistema, inténtelo más tarde”. El horror es un código de 20
dígitos con mayúsculas, minúsculas, asteriscos, almohadillas, guiones medios,
números y signos que no existen. El horror es perder dos mañanas de tu vida en
intentar conseguir una “firma digital” y quedarte sin la firma digital porque
tu ordenador es viejo y tú más. El horror es ser un autónomo en España. El
horror es una factura de electricidad equivocada donde te han cobrado 200 euros
de más y no sabes a quién implorar justicia. El horror es contemplar cómo las
compañías aéreas dividen a las personas entre ricos y pobres, entre pasajeros
de primera plus, de primera a secas, y de segunda. El horror es esa cortina que
separa la primera clase de la segunda. El horror es la azafata que te dice con
los ojos que usted no puede orinar en el lavabo de primera clase. El horror es
no hablar inglés y contemplar cómo los británicos que no saben decir ni
“gracias” en español, o en italiano, o en portugués, o en catalán, viajan por
el mundo como si fuesen los dueños del lenguaje articulado. El horror es un
teléfono móvil de hace dos años. El horror es el adjetivo “supremo” que escolta
al Tribunal Supremo. El horror es una lista de escritores favoritos de un
famoso escritor español en donde ninguno de los escritores citados escribió en
español. El horror es una tarde de otoño en donde solo ocurre España, la lívida
y atemorizada España. El horror es que te hagan una declaración paralela de la
renta en donde te discuten 200 euros. El horror es repetir doscientas veces la
razón de esos 200 euros. El horror es que no existan billetes de 1 euro porque
así todos seríamos más felices. El horror es un programa de TVE en donde salen
ricos y famosos haciendo de ricos y famosos. El horror es un taxímetro de un
taxi en un atasco. El horror es pasar la ITV con el mismo coche durante 20
años. El horror es ser escritor y escribir todos los días lo que ya escribiste
ayer. El horror es haber fracasado siempre y saber que mañana también
fracasarás. El horror es estar enfermo. El horror es que todo el mundo sepa
robar con impunidad y tú no. El horror es la ambulancia que te espera en un día
futuro. Aunque el verdadero horror solo es uno y es no estar enamorado de la
vida sin otro cometido que respirar y contemplar el sol allá en lo alto. Y
luego, al anochecer, la luna.
- Manuel Vilas
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