“En 1274, Kublai Khan envía
contra Japón una flota de varios cientos de barcos, cargados con veinte mil de
aquellos arqueros mongoles que, debido a su disciplina, su habilidad de
maniobra, y su agresividad, son las mejores tropas que el mundo haya conocido (…)
Los japoneses les atacan en las playas. Por delante los grandes escudos
rodantes que el agresor empuja para proteger su avance, y sobre todo los
primitivos petardos de los que se sirven muy bien los arqueros mongoles para
asustar a los caballos de los samuráis. Entonces desmontan y atacan a pie. Comparados con los
mongoles, los japoneses del siglo XIII son jinetes mediocres, arqueros
regulares, pero incomparables con los sables, cuyas largas hojas, que manejan
con una o ambas manos, producen heridas mortales y son de un temple que ni las
de Damasco o Toledo pudieron jamás igualar”.
- Nicolás Bouvier / “Crónica
japonesa”
-------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario