Convertirse
al precepto taoísta no es tarea fácil. Debéis desarrollar la compasión en el corazón
y controlar vuestro mal temperamento. No dejéis que vuestro mal genio turbe la
serenidad de los campos mentales tan pacientemente sembrados. Respetad a todos
los seres sensibles. Tened piedad de aquellos cuya inteligencia e intuición son
inferiores a las vuestras. Su progreso es lento porque su momento no ha llegado
todavía. No sintáis envidia hacia aquellos que están más avanzados que vosotros
en su entrenamiento. Su progreso es rápido porque sus fundamentos son fuertes. El
Tao no discrimina entre ricos y pobres. Para aquellos que valoran la virtud y
el aprendizaje, el Tao es como una piedra preciosa. Para los que no ven ese valor,
el Tao es como una rama seca. Cortad la ansiedad por acumular riquezas, pues,
en el Tao, la corrección y el sacrificio son más valiosos que el capital
acumulado.
Cuando
hayáis constatado la ilusión del mundo material y adoptado desde el corazón estas
indicaciones, será el momento de celebrarlo.
-Los
siete sabios taoistas (cuento anónimo chino)
--------------------------------
2 comentarios:
Lo seguimos intentando?
otro beso
Sin lugar a dudas... Y más si hay besos de por medio.
Publicar un comentario