Descubro con impotencia que huyen de mi memoria tus
palabras y sus sombras, el tacto de tu piel misteriosa, la luz de tu mirada
expatriada estrellándose contra mis ojos ciegos de amor. Te desvaneces como el tiempo, querida mía. Vas borrándote
de los latidos de mi corazón: “Soy tuya” decías encendida, pero el dulcísimo recuerdo ya
se deshilacha al hacer memoria.
Escondida tras quiméricas excusas proteges el daño que hicieron
en tu alma frágil e inocente, creyéndolo tan tuyo como el color de tus ojos.
Has aprendido a vivir con el dolor atravesando tu deseo.
Hembra madura
y áspera, esta pasión se enfría y crudamente deshoja el árbol de la esperanza en
un otoño sin retorno. Día a día, noche a noche y a mi pesar.
(En la imagen "Les amoreux" de Emile Friant - 1888)
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2 comentarios:
pero el dulcísimo recuerdo se deshilacha
el dolor atravesando tu deseo
hembra madura y áspera…
frases de una prosa enjoyada en verso,denotando que sois un cultivado escultor de palabras, de gran potencia expresiva…
S.R.
El maestro convierte un tambaleante texto nacido en el dolor del abandono en un compacto haiku expresionista.
Qué suerte la mía de tener un mentor como vos.
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