lunes, 18 de octubre de 2010

UNA CEGUERA NORMAL


-No me has preguntado por Ángel, dijo ella.
-Discúlpame.
Ángel era su hijo, la insoportable criatura que contribuía a separarnos. Era demasiado gordo para su edad, tenía los ojos como botones pardos, como su padre, comía bombones, se daba cuenta de muchas cosas y tenía exigencias..., continuas exigencias para retener la exclusiva atención de su madre. Parecía absorber la ternura de nuestra relación como absorbía el centro líquido de los bombones, con una prolongada succión. Él era el tema de la mitad de nuestras conversaciones: “Tengo que irme ahora. Le prometí a Ángel que le leería un cuento” “No puedo verte esta noche. Ángel quiere ir al cine” “Querido... estoy tan cansada esta noche. Ángel invitó a seis amigos a tomar el té.”

-¿Cómo está Ángel?
-Estuvo enfermo durante tu ausencia. Una gripe.
-¿Pero estará mejor, ahora?
-Oh, sí. Está mejor. Gracias...




-Graham Greene / Los comediantes




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5 comentarios:

Anónimo dijo...

se me ocurre.... es díficil, pero no debería ser normal....lo normal es saber que lo primero es la pareja...después.....todo lo demás!


Sharpie

El jardinero dijo...

Se comprende que sacarse una criatura de dentro debe marcar horrores la relación con ella, pero debería prevalecer el conocimiento y la lógica.
Hay miriadas de maravillosas mamás divorciadas buscando pareja sin éxito por no saber encontrar el sitio para su prole.

Anónimo dijo...

debería.....? eso sí existe?

si la culpa no existe, entonces la responsabilidad que implica dejar a los hijos sin un padre, a veces, da como resultado lo que comentas.....insisto, es díficil ubicarse....pero definitivamente, la pareja es primero!

Sharpie

Amapola Roja dijo...

No creo que la pareja o el hijo o la hija sean primeros o segundos, creo que cada uno de ellos tiene su lugar.
Un abrazo jardinero

El jardinero dijo...

Gracias por vuestros comentarios.