sábado, 8 de noviembre de 2008

BUENOS CONSEJOS

*

Hoy he comenzado a acudir a un nuevo centro de Yoga. Hacía tres meses que no iba a ninguna clase, y se notaba: aunque lo hagas muy bien en casa, nunca podrás “mimarte” a ti mismo como lo haría un buen profesor. La verdad que en cuanto he salido de clase mi cuerpo me ha dado las gracias, porque en el fondo en clase es donde se siente más a gusto.
Aunque he tomado una clase de prueba, ya he decidido que voy a repetir. Es un sitio orientado exclusivamente al yoga, tiene varias modalidades, los profesores son muy profesionales… Tan profesionales que en tan solo una hora, mi nuevo profesor, que se llama Carlos, me ha advertido enseguida: “no le haces ningún beneficio a tu espalda forzándola como la fuerzas”
Y todo, porque al realizar Uttanasana afirma que a pesar de lo que digan los cánones clásicos, no debo esforzarme tanto en no doblar las rodillas.
“Si no doblas las rodillas un poco, cargas innecesariamente la espalda, y no te beneficias para nada de los efectos de la postura. Ya habrá tiempo para un Uttanasana completo, no puedes forzar la postura. Es lo primero que te voy a corregir” me ha dicho.

Y sus palabras me han hecho recordar algo básico, algo que muchas veces tendemos a olvidar. Nos esforzamos tanto en hacer asanas “perfectas” cuando nuestro cuerpo no está preparado, que nos arriesgamos a hacernos daño sin ninguna necesidad.




-http://cuadernodeyoga.com



-----------------------------

1 comentario:

Clematide dijo...

Cada rincón de este jardín tiene un aroma especial. Dejo aqui mi comentario sin despreciar los demás placeres...pero ya sabes cómo me atrae este tema...
Por cierto, en tu poema de hoy me reflejo y me regocijo.
Besitos a montones.