miércoles, 4 de abril de 2007

SI NO ES AHORA ¿CUANDO? SI NO ES AQUÍ ¿DONDE?


"Los padres son inevitablemente idealizados durante la infancia, pero más adelante tenemos que humanizarlos y perdonarles sus defectos. Cuando los queremos como son, y no como nos gustaría que fuesen, hacemos las paces con nuestro interior".


(De los apuntes de Dora)




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3 comentarios:

Runas dijo...

Los padres son personas sin libro de instrucciones para educar a los hijos. Así que es comprensible sus errores. Yo siempre estaré agradecida a los mios, por el mero hecho de dejarme nacer y transmitirme a traves del amor todos sus valores. Ahora yo soy madre, y no se que pensarán mis hijos de mi, aunque por mi parte estoy segura de haberles enseñado los valores que mis padres me transmitieron a mi, amor, respeto,tolerancia. Tal vez algun dia sigan ellos esta cadena. Y si he cometido errores , lo comprendan . Igual que yo ahora comprendo a mis padres.

Anónimo dijo...

Os he dirigido hacia lo alto cuando teníais apetito,pero ahora que os he llevado a la llanura vuestra necesidad se ha multiplicado. !Es triste que no pueda estar entre vosotros esta noche, pero es que quiero estar a solas!
KHALIL GIBRAN

Asumamos nuestro egoísmo. Tal vez, y con suerte, nos quede tiempo para devolverles el amor que nos han dado.

Anónimo dijo...

Su sencillez y su belleza prevalecen porque son un hábito que segrega su alma, su corazón, su espíritu.
Ahí sigue, investida de amor y de vida. (Siempre hay algo nuevo bajo el sol para quien sabe leer el mundo con lo ojos de la infancia renovada, de una sensibilidad despierta, atenta a la belleza de las cosas sencillas -que no simples-).
Cuando entonces uno corría como un caballo para comaginar estudios, clases en escuelas y particulares, y mis actividades con mi compromiso solidario, me invitaba a almorzar y me recibía en su mesa modesta como una reina recibe a sus invitados, con una atención y una ternura extraordinarias (súmese a más a ello su personal arte culinario).
Pero comencé hablando de un aura, una atmósfera que segregaba su espíritu. Trataré de concretar con un ejemplo: en su compaña uno tenía la certeza de que los males del mundo no eran sino la apariencia (equivocada) de las cosas;
pero que las cosas, todas, podían irse volviendo hacia su bien; que en todas las cosas y a pesar de todos los pesares. latía un fondo de bien: la tarea era-es encontrarlo.
No perderá jamás ese halo de las personas que han nutrido con su amor al mundo.
Gracias, hada del bosque. Gracias por esas buenas vibraciones. Gracias por esa empatía. Gracias por ese silencio que resuena en los valles y montes, en los mares y fuentes. Gracias, Campanita.
Y cómo no, gracias tambien al Jardinero.
Dora, enhorauena y adelante con esos Cuadernos, escriDORA.
Salvador