domingo, 22 de abril de 2007

EL ÁRBOL


El viejo árbol muerto en el corazón de la montaña,
asoma su cuerpo
por encima del abismo sin fondo.
Pulido por el viento,
lavado por la lluvia,
desnudado por las tempestades,
ha atravesado diez mil inviernos.
Solo subsiste la esencia del árbol.
Si lo atacamos con el hacha
no encontraremos su esencia
y sin embargo, es espléndido sin flores,
sin hojas, sin ramas, sin corteza,
sin savia. Está completamente seco,
ha acumulado la esencia
de su experiencia de siglos.

Después de que el pájaro ha cantado,
la montaña es aun más silenciosa.

Practicar aquí y ahora la autodisciplina, la vigilia,
la eterna verdad en todo su frescor.
Tal es el espíritu del Zen.



(Poema japonés de origen desconocido)




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5 comentarios:

Anónimo dijo...

El árbol sabio está anclado en la Tierra y sus ramas tocan el cielo. Siento mucha simpatía por los árboles, hablan desde el silencio.

burasu dijo...

Ciertamente todo el poema hace referencia a nuestro mundo(el bonsai). Es una sintesis, que pone de manifiesto el camino que se debe seguir para poder conseguir obras de arte, aprendiendo como lo hace la naturaleza, y basandose en estos conocimientos, realizar unos bonsais los cuales nos comunique su historia, y conmueva al obsevador haciendole participe de su naturaleza.

El jardinero dijo...

Gracias por vuestro comentario.

Anónimo dijo...

Sin ramas, ya, ni pájaros,
iba un tronco sin árbol
como blanco fantasma
de su noche
iba
buscando
aquel silencio transparente
donde
el carbón
conserva los dibujos
de las verdes hojas
y los pájaros.
Salvador Ramos

El jardinero dijo...

también a Salvador Ramos: "Gracias por esta joya, maestro".