sábado, 17 de febrero de 2007

ENTRAÑABLE SER


"Nadie sabe de dónde vino. Su nombre y seudónimo literario también son un misterio. Pero sí sabemos que cinco sauces crecían al lado de su casa, y por eso usaba el nombre de Maestro Cinco Sauces. En paz en el ocio, raramente hablando, no tenía deseos de fama o fortuna. Le gustaba leer libros, sin embargo nunca se detenía a descifrar sus profundas reflexiones. Pero cuando alcanzaba alguna revelación se ponía tan contento que se olvidaba de comer.
Era amante del vino por naturaleza, aunque no podía costearlo con frecuencia. Todos sabían esto y por eso cuando tenían vino, lo invitaban. Y cuando tomaba, siempre era haciendo fondo blanco. Enseguida se emborrachaba; así volvía a su casa, solo y sin ningún remordimiento acerca de cómo estaban encaminadas las cosas.
En la soledad de sus magras paredes, había poco abrigo del viento y del sol. Su corta chaqueta estaba remendada y emparchada. Y su cuenco y taza, hechos de calabaza y caña de bambú, frecuentemente estaban vacíos. Pero siguió escribiendo poemas para entretenerse, que nos muestran algo acerca de quién era. Y continuó así hasta que, naturalmente, llegó a su fin."


— De una página de la autobiografía de T’ao Ch’ien (365–427)






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3 comentarios:

Runas dijo...

Curiosa historia sobre el Maestro Cinco sauces.

El jardinero dijo...

Espero y deseo que te aporte tanto como lo ha hecho conmigo.

Lore :3 dijo...

GranadosCreo que las personas que deciden vivir de esta manera por voluntad propia, ( lo que respeto completamente.) son personas egoistas que no son capeces de amar, que ,para mi, es lo más maravilloso de este mundo. Amar y ser amado.