"La naturalidad consiste en actuar siguiendo la línea de menor esfuerzo y esperando el momento de retorno a la tendencia deseada"
- Hegel -
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2 comentarios:
Me gusta esta definicion que hace Hegel sobre la naturalidad.
¿En qué NO pensaba el jardinero cuando le vi frente al mar haciendo tai-chi? ¿Haciendo o danzando Tai-chi? ¡no sé si con aquellos movimientos se aventaban las palabras y las cosas que cargamos, me pareció que danzaba a través de dos respiraciones motrices: la suya propia y la del mar: el mar -como Torre de Sal y Puerta en Cerradura-. Tal vez de ahí la impresión de que no estaba solo en su danza taichera... el obstinado de su sombra en solitario y solidario jardinero realizaba sin aparente esfuerzo, como si la canción aquella de como el agua, todos aquellos pases y medidas -prueba de su extraordinaria dedicación previa, no hay tecné sin currarse un duro aprendizaje-, y como me pasa cuando veo a cierta luna en el mar, hubo un punto en el que no sabía si el Maestro jardinero estaba dormido, cad vez mas dormido en su tarea o por el contrario estaba despierto, cada vez mas despierto... ¿Danzaba el tai-chí o lanzaba el taichí como preparación o propedeútica hacia la areté de la danza?
Pero, mas que nada, como en la samba, ¿qué se metabolizaba allí?
No danzaba desde el tai-chí, ni taicheaba sobre la danza: estaba allí, como quien da a la caza alcance de las sombras de una manera que me parecía tan NATURAL COMO todo lo espontáneo que era el mar (y aceptemos que el mar se mueve espontáneamente, aunque sea mentira, que el arte, la danza, las artes asociadas con la vida -cuando manda el respirar- resuelve esa contradicción, pero no desde una forma de lógica individual -categorías de la belleza naturaleza pensante del espíritu (como pretende Hegel, arrimando el ascua a la sardina del filósofo, y hace bien,es mas. benditas sean las mujeres que gustan de internarse en los vericuetos de Hegel, que uno asocia-proyecta con el olor de los libros en la biblioteca del Insdtituto, y los títulos en alemán que tanto me sobrecogían opr su misterioso impacto, digo mas, una definición de Hegel en según qué ojos y qué bocas me trasnsporta directamente a aquella dama inglesa o sueca que posó su mano empujando con estilo que nacía de la cintura sobre el tirador de bronce de una puerta giratoria de cristal que había en una entidad bancaria de la calle la Bola, y que llevaba en la otra mano un libro en piel con un título sobredorado: Arqueological Rome, o algo así), sino tirando de los hilos invisibles de las olas, mandandose callar con el flujo y reflujo de las aguas en los imanes de su danza y de la luna, en fin, disolviéndo en aquel espacio tan marcado por el sol de l sal y la bruma de la luna, un lugar asociado con aquellos que conducen en la noche y en el embozo de una curva se filtra un silbido a través de los ojos perdidos de un zorrillo, de un tejón, las fuerzas de las líneas de fuerza que tiran seernamente del copo y es el copo la mar y es la mar un balón donde a buchadas de pneuma, ruah o ki se infla y se desinfla el arte de la danza de la vida...
(Uno se siente vinculado a esas pupilas de zorrillos que brillan en las curvas nocturnas porque tienen algo de perdidas, y es normal que se fraternice entre perdidos (el gran Edgar Morin hablaba de mamíferos solidarios en el abandono, y esto me lleva a la la loba dando de mamar a los cachorros de la fundación de Roma...
Y enlazo con la foto del llanero solitario sentado en el río con la sierra al fondo y de esta con la de las piedras cubiertas de musgo verde...sí, es un mundo mineral con aberturas al agua y a las nubes el mundo del llanero de los montes-jardinero, prcisamente es a través de su danza que construye toperas para que los ojos del zorrilo atrapado vean la médula del tiempo como una caña hueca, por donde respiramos hondo todos los solitarios, solidarios del zorrilo perdido y de la loba que amamanta... del amor, que es roma...
Y con esta me despido
ralmador
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