Un
pequeño experimento para probar cuando tienes poca energía o ansias de azúcar
es comer un poquito de sal. Estas ansias no precisan de azúcar, son la necesidad
de energía. Darse una dosis de azúcar es como mearse en los pantalones en un frío
día de invierno, primero es agradable y caliente, luego húmedo y muy incómodo. Un
pico alto de azúcar hace funcionar a la insulina y el azúcar extra va a las células,
pero esta energía es rápida como un yoyó. Prueba la sal y mira si el ansia de
azúcar se va, dejando una energía renovada y sostenible. Esto también vale para
el deporte, cuando quieras algo de chispa toma sal. A menudo es mejor que esas
bebidas energéticas sintéticas, llenas de aditivos y azúcar.
-Doctora
Pernille Knudtzon en “La Chispa”
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