miércoles, 29 de febrero de 2012

SÓLO PARA ELLA

.




Esperé en la puerta de tu intimidad, sentado dócilmente como un perrillo, hasta que me silbaste tu consentimiento. El globo juguetón y viajero de tu deseo se había posado en mí y lo único que podía hacer antes de tu próximo vuelo era besarte. Besarte con el frenesí del adicto, con la generosidad del enamorado y la devoción del creyente. Unos dos metros cuadrados mal medidos de piel para, beso a beso, volcar a través de ella en el rincón del corazón que me hayas asignado, la geometría ardiente y translúcida de mi amor.


-S.P.




-------------------------------

1 comentario:

Anónimo dijo...

mucho gusto!

Sharpie