sábado, 14 de febrero de 2015

¡AY! ¿CÓMO SE LLAMABA...?



Hoy de mañana, para que desayune, le pongo a mi perro Tillo un poco de jamón ahumado que empezaba a pasarse. Se lo traga en un visto y no visto. Cuando sale al patio y ve la escudilla que contuvo su manjar vacía, la huele y la lame silenciosa y resignadamente. Se me asemeja a mí mismo cuando pienso en la corta e intensa relación que tuve con esta mujer, tan remota ya. A veces me asomo al patio vacío de mi corazón recordando nuestra tórrida ascensión a los cielos del sexo y también lamo con lascivia su recuerdo. 

Donde quiera que esté le deseo a ella, y a ustedes, un feliz San Valentín.




-S.P.






-------------------------------------------

No hay comentarios: