domingo, 16 de febrero de 2014

POR UN HOMBRE...





"Una mujer puede luchar de igual a igual con Dios, pero nunca por mucho tiempo".



-Nicolás Bouvier







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2 comentarios:

Unknown dijo...

A nadie escapa que la cuestión es de TRES rombos, como diría algún canónico en la España de los sesenta. Allá vamos. Fuera de contexto, que desconozco.
La mujer es capaz de ser un punto de anclaje con lo divino. Un punto. En la línea de un instante. En otro espacio.
Si elevamos lo sagrado a su ÚNICA E INFINITA POTENCIA DE POTENCIAS (San Agustín), es decir, Dios… ÉSTA sería TAMBIÉN una cuestión incuestionable: por Omnicomprensiva de todas las respuestas.
De otro ángulo y no me refiero a la B.A.C., sucede, que siempre nos daríamos –o ellas, las mujeres, en nosotros, je, je- de bruces con ese atributo esencial a Dios, cual es la forma plena de lo IRREPRESENTABLE (Dums Scoto): ¡DIOS¡
Gracias, admirado Bouvier.
Gracias, admirable Jardinero.
AZUJ DE AZUDRIA.

El jardinero dijo...


Valga lo dicho.




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