viernes, 7 de febrero de 2014

OÍDO A UNA ANCIANA


En aquel tiempo, unos familiares lejanos nos acogieron en Málaga a la vuelta de la huida hacia Almería en la que, la larga columna de gente civil, fuimos bombardeados por barcos de guerra de los sublevados contra la República. Mi padre decidió seguir hacia Francia solo. Sabía que lo buscaban para matarlo los falangistas por el delito de ser socialista de carné y pertenecer a aquel PSOE tan radicalmente distinto a éste aguachirle descafeinado de ahora.
La casa donde vivíamos estaba ubicada en la calle Pozos Dulces del centro de la capital. Allí nos quedamos mi hermana y yo, las dos con menos de diez años. Recuerdo que a partir de las doce de la noche comenzaban a oírse los tiros en la lejanía: ¡Ra tah, tah, tah, tah...! seguidos, y poco después detonaciones más pequeñas espaciadas irregularmente: Pak..... pak... pak..... y esto hasta las dos o las tres. En el silencio de aquellas madrugadas mi hermana, aterrada, se venía a mi cama y las dos permanecíamos despiertas hasta bien acabado aquel siniestro repiqueteo que sabíamos, por otras niñas de la capital, eran los fusilamientos con ametralladora en las tapias del cementerio, y el remate a pistola de las agonizantes víctimas del golpista Franco y sus verdugos uniformados.

Algunas amanecidas vuelve este punzante recuerdo a mi cabeza sin que nadie lo haya llamado, y veo que me sigue doliendo.



-Relato de doña María Álvarez adaptado por S.P.





(En la imagen restos de fusilados en Palencia) 

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5 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

http://buscameenelciclodelavida.blogspot.com.es/
Besos.

El jardinero dijo...

Gracias por el comentario, vigilante Isolda. Recomiendo vivamente visitar el enlace.

Isabela dijo...

Siempre me han impactado sus relatos “de cuando la guerra” y es mucho lo que he meditado sobre cuánto y de qué manera puede influir todo ese miedo y tristeza pasados en la infancia en la posterior maduración psíquica de la persona.

Me ha encantado tu adaptación de esos sus-recuerdos y me ha impresionado muy favorablemente la página que recomienda Isolda, excelente y bien elaborado trabajo contra el olvido llevado a cabo por María Torres, la autora del blog.

Gracias a los dos.

Unknown dijo...

Grande, doña María Álvarez.
Un abrazo desde mi corazón para ella.
Y cómo no, MI reconocimiento a Jardinero.
Gracias también a Isolda,siempre.Un abrazo.
Otro para tí, Isabela.

El jardinero dijo...


Gracias a todos por la visita.

Una ramita de almendro para cada uno servirá para recordar la pureza y la fugacidad de la vida.

Salud.


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