Elfride es la esposa del filósofo Martin Heidegger y es la madre de sus dos hijos. Un día le confiesa, cuando se sabe embarazada del segundo, que se siente “desgarrada” porque el hijo que está esperando es fruto de su relación con un amigo de la juventud de ella, el médico Friedel Caesar. Heidegger despacha el asunto deprisa con un “naturalmente, yo lo había comprendido, me sorprendía que no me lo dijeses tú, pero no te sientas desgarrada, él no vale nada, no te preocupes por esto, no perdamos el tiempo hablando de ello”. De manera que, cuando ella da a luz en 1920 al hijo del otro, le desea que se restablezca rápidamente, pregunta como es el recién nacido y pasa a considerarlo inequívocamente como otro hijo suyo, hasta el punto de que es este hijo llamado Hermann quien se cuida actualmente de las obras de Heidegger. Sin duda al filósofo la paternidad biológica no le interesa y no puede decirse que su razonamiento resulte del todo equivocado: a fin de cuentas, ese hijo ha nacido dentro de ella, a quien Martin se encuentra profundamente ligado, y ella está a su vez ligada a él, más allá de cualquier contingencia.
-Manuel Cruz / “Amo luego existo”
(Heidegger en la foto)
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