domingo, 27 de febrero de 2011

RAZONES DE PESO


"Un gran problema de las mujeres es que a lo largo de la historia se les ha impedido extenderse hacia un futuro indefinidamente abierto como personas al considerarlas como lo otro de los varones, esto es, todo aquello que el hombre no quiere ser. Han visto reprimido el ejercicio de su libertad, obturado el camino hacia la propia trascendencia por la otra mitad del género humano, la cual, además de imponerles determinadas condiciones de vida, les ha impedido reconocerse en sí mismas en tanto que sujetos y les ha impuesto en su lugar determinadas imágenes a través, por ejemplo, de idealizaciones poéticas, artísticas o estéticas".



-Manuel Cruz / "Los filósofos y el amor"



(En la imagen "Maharía" de Liza Ferney)

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3 comentarios:

Runas dijo...

El mundo ha sido de los hombres desde que Dios creo primero a Adan y para mas inri, creo a Eva a partir de una costilla de Adan. vamos que hay lo dejo todo sentenciado. Y esto nos va a costar quitarnoslo de encima a las mujeres, aunque no pierdo la esperanza que algun dejen de considerarnos ciudadanas de segundo orden. Me he extendido pero esque este tema de saca de mis casillas. Un beso

El jardinero dijo...

Te comprendo. Gracias por el comentario.
Besos para ti también.

Anónimo dijo...

A vueltas con la rueda de las ilustraciones y los textos.

Entre la heliotropia de Bocaccio y la Composizione del mondo, del monje Restoro de Arezzo,
una geometria simbólica. (Los truenos y la manta de agua y el limpio cielo post-tormenta quedan lejos, blanca como azucena la peña de los enamorados).
Entre la armonia de los pétalos del circulo de perfección (geografía del rosetón gótico, topología sagrada
de la luz por Jaqcques Le Goff ), y lo múltiple en uno del De eodem e diverso de Abelardo
de Bath. Entrambas jambas, el perro, un cachorro, mordisquea los pliegues de las hojas del escamoche -la Celestina diria
del excamoche- de una silenciosa y retirada Eva (que no habia cosa peor que una mujer pública).
Entre el imán que Eros flamígero acerca o desvanece sobre la rosa de los vientos (16 puntas) y las angeologias rectangulares de las portadas de las postales que nos precipitaban hacia el reverso, y aún por el perfume de la amada
hacia el interior de la tinta, roto el sobre con el matasellos del lugar que besan ambos labios.
Entre aquellas cartas de Plotino que los judíos helenisticos guardaban en cofres y las algas meciendo el naufragio
en algún fondo marino de las costas griegas, se imponen los ojos oscuros como olvido de esas criaturas
abandonadas como tangos en la voz de Susana Rinaldi.
Entre el mundo de las mujeres murmurantes que non callan del Corbacho (Arzobispo de Talavera) y las palabras
lujuriosas de la Salomé de Richard Strauss oidas en unas columnas con rever, junto a una falda de lana que
aguarda la vuelta de las caderas musleantes de su dueña, tras noche de amoroso celo,
cuando aparezca lánguida, dulce y somnolienta por la puerta del cuarto de huéspedes, como una gatireina, la otrora militante del movimiento feminista Riot Grrl, con un escalofrío de burbujas en la media del costurón.
Despedida y cierre. De plegaria profana suena la canción Girl, de los Beatles primeros.
Simón de Alcalá