domingo, 6 de febrero de 2011

NADIE COMO ÉL


El poeta Franz Grillparzer escribió la oración fúnebre por Beethoven en la misma noche de su muerte que fue leída en las puertas del cementerio por el actor Heinrich Anschütz.

"Fue un artista, pero también fue un hombre. Un hombre en todo el sentido de la palabra, en el más alto. Porque se apartó del mundo lo llamaron misántropo, y porque se mantuvo indiferente al sentimentalismo lo llamaron insensible. Ah, el que se sabe duro de corazón no tiene necesidad de apartarse! Sólo lo más tierno es más fácilmente lastimado, herido, quebrado.. Ante un exceso de sensibilidad evitar siempre el espectáculo de los sentimientos desatados. Él huyó del mundo porque en el repertorio complejo de su propia naturaleza, no encontró armas con qué defenderse. Se apartó de la compañía de los hombres después de haber dado todo y no haber recibido nada a cambio. Permaneció solo porque no encontró su otro yo. Pero hasta su muerte preservó su corazón humano latiendo cálidamente por todos los hombres. Su corazón de padre latiendo por su propio pueblo, por el mundo entero.

Así fue, así murió, y así vivirá por siempre!".




(En la ilustración Beethoven muerto)

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

....asociaciones????


Sharpie

El jardinero dijo...

No, vértigo. Si la muerte se llevó a este ser excepcional, a este incomparable dramaturgo de los sonidos, no hay escapatoria para nadie.