sábado, 19 de febrero de 2011

MILAGROS Y PASTILLAS


Cuanta gente llega a las clases de gimnasias orientales buscando paz interior, consuelo para el desasosiego o alivio para sus espaldas endurecidas por el estrés y la mala digestión de la vida. Da pena ver como se van tras una corta dosis de tiempo al comprobar que allí tampoco hay milagros. Han asistido a un número indeterminado de clases de una hora de duración y su existencia sigue tan espesa e invivible como siempre. Ni siquiera haciendo esos extraños movimientos -que les han dicho que relajan- un ratito dos días a la semana pueden con la mal manejada conciencia que les asfixia.

Y allá van, de nuevo al carrusel sin sentido de la vida con sus mal apiladas cargas de problemas sin resolver a cuestas. Quieren que todo se arregle sin poner ni quitar nada en sus esquemas vitales. Que les asistan fuerzas sobrenaturales y obren ellas el prodigio. Milagros, pastillas o loterías. Mientras, lo mejor es sentarse a engordar delante de la televisión sin hacer otra cosa que quejarse y criticar, luchando contra la depresión vital con armas químicas en el campo de batalla de sus desafinados cuerpos.

Inmortal y obstinado, el ángel negro de la ignorancia ríe mientras les oculta con humo de azufre la evidencia de que sólo se vive una vez. Que no hay más que una vida y que cuando cae el telón, volvemos a la más absoluta y eterna oscuridad.

Ya digo, siento pena, impotencia y dolor.... de ser como ellos.



-S.P.




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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola maestro!
Tus palabras son dardos en el corazón, ahí radica la cruda realidad...en nuestra ignorancia e ineptitud de tomar consciencia de nosotros mismos y nuestras limitaciones. Estamos infectados por un virus compulsivo de consumo-lúdico-mercadeo del alma que promete un rápido bienestar y felicidad...pero...nada más lejos de la verdad. "quien habla de felicidad suele tener los ojos tristes" (lo he leído en un libro," La felicidad paradójica" de Gilles Lipovetsky)
Te deseo un buen finde, alejado de la caja tonta, y cerca de la madre tierra,abrazándote a algún árbol cuyo gran tronco te dará suficiente energía para afrontar la nueva semana!
saludos
"Azucena" ;-)

El jardinero dijo...

Ningún venerable árbol me dio nunca una energía similar a la que me proporciona su bien recibido comentario.

Gracias Azucena.