“¿Para qué sirve cultivar la relajación? Porque muchas veces no acabamos de creernos que dicho requisito sirva para el combate, para la defensa personal. Pero cuando se experimenta en el cuerpo, te das cuenta de que con verdadera relajación alguien te puede lanzar muy lejos. Relajación, vacío, flexibilidad... Hay que trabajar esas cualidades progresivamente, y después los movimientos circulares. La mente mientras tanto despierta, alerta, viva”.
Xiong Wei me había explicado todas estas cosas sobre el Taiji Quan, pero yo no las había entendido en toda su profundidad. Supongo que necesitaba más tiempo, o un cierto grado de madurez. Por eso digo que es muy importante tener mucha paciencia, mucho trabajo, mucha práctica. Y no imaginarse demasiadas cosas. Casi todos utilizamos demasiado la imaginación. Por otra parte, ahora hay muchísimo más material escrito que antes. La gente lee mucho más, tiene mucha más información. Todo el mundo sabe muchas palabras, mucha teoría, pero se suelen quedar en la cabeza, no llegan al cuerpo. Esto es lo que yo he experimentado y he visto en mucha gente. Al final, el camino más directo y más serio es la práctica constante.
-Tung Kuan Yen
(Fotografía de Claudia Kunin)
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1 comentario:
Durante un porrón de años mi cuerpo ha sido y es mi periferia;
mi centro el pensamiento.
Tras leer la teoría de la práctica corporal que aqui nos
sintetiza, mis antedichos valores binarios se han tambaleado
abruptamente.
Preguntas. ¿No habria que ir hacia sistemas terciarios
en que se muevan en giro y en transleitor acambos opuestos?
Y no me ego-refiero tanto a Godelier con su materialidad del
pensamiento o me vanitasiento con un E. Thompson y su Miseria
de la teoría.
Mi ego-ppregunta es:
¿No estará alumbrando el camino de las respuestas
iluminadoras el eminente neurocirujanopráctico-escritor
Antonio Damasio con su Looking for Spinoza o El sentimiento
de lo que sucede, etc. cuando habla de aquellos que conocen
pero cuyo conocimento es inutil porque no sienten?
Bien, ahora compensaré caminando hasta que mis pies sean
dos guiñapos extenuados y sin una miaja de vanidad.
Es evidente lo que su cuerpo y su espiritu han aprendido.
Permita que lo
tenga por maestro y referente mío.
Con mi respeto y mi afecto,
SR
.
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