Desde esta pequeña habitación, rodeado de libros y de soledad me permito,con el ruido y la energía que produce una sombra al deslizarse contra un muro, protestar enérgicamente contra la barbarie de los mandatarios chinos que siguen masacrando la identidad y la libertad del pueblo tibetano.
Me uno así al multitudinario coro de paises que al igual que enjuician y condenan al regimen cubano (p.ej.), no han tardado tampoco en reprobar la actuación de los carniceros neocapitalistas chinos(si no lo han hecho ya es porque están buscando el número de teléfono de la patética ONU).
-S.P.
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3 comentarios:
Me uno a tu comentario, a mi tambien me indigna,esta forma de actuación de China se mereceria el boicot a los juegos Olimpicos, no se lo merecen.
Es tan cierto como triste.Hay que enpezar a tomar conciencia.Y reflexionar.No te parece?
Se está instalando en el planeta de manera absolutamente descarada un comportamiento cada vez más cínico de políticos y dirigentes. Veremos qué pasa.
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