"Alcohol, testosterona y crueldad hacia los
animales. Estos son los tres ingredientes principales de los veranos en nuestro
país. Los quintos -esos engendros surgidos de los mismísimos infiernos de la
España Negra- envalentonados por la multitud, embriagados por sustancias,
emborrachados de sangre y henchidos de machismo, dan muestras, a lo largo y
ancho del estío español, de su barbarie, de su peste a caspa, de su hedor a
muerte y a sangre. Atrincherados en tradiciones sucias, cutres y sangrientas
que son sostenidas por ayuntamientos, diputaciones y gobiernos autonómicos -que
son mantenidas, en definitiva, con dinero público-, los quintos, y otros no tan
quintos, cada verano recrean un mapa de España que nos avergüenza ante el mundo
civilizado.
Y las víctimas de toda esta panoplia de salvajismo
son los toros, las vaquillas, los becerros, las vacas..., en fin, cualquier
animal al que se le pueda encerrar en una plaza, al que se le pueda coser a
espadazos, al que se le pueda atar los cuernos con una soga, o prenderle fuego,
o arrojarle al mar, o hacerle correr por calles empedradas, unas calles que
siempre, absolutamente siempre, desembocan en la muerte, en el dolor y en el
sufrimiento. En su sufrimiento, el de estos animales.
Así es el verano español, para honra y gloria de
nuestra querida patria. Los acosan clavándoles utensilios metálicos, los
persiguen a campo abierto en todoterrenos, montados a caballo, o subidos en motos;
los encierran en maleteros de coches, los maltratan, los cosifican, les hacen
daño, y luego los matan. Y todo con la mayor de las impunidades. Así es el
verano español. Entre risotadas y juerga, entre vírgenes y santos, entre
caciques y señoritos, entre ginebra y güisqui. Y que viva nuestra cultura. Y
que viva nuestra fiesta".
-Juan Ignacio Codina, periodista y doctor en
Historia Contemporánea
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4 comentarios:
El dominio por la fuerza y la humillación de un ser indefenso en ningún caso se puede considerar cultura, sino que constituye un homenaje a la peor crueldad humana, que es hacer del dolor una fiesta. El sufrimiento animal jamás puede ser objeto de entretenimiento o diversión.
Joaquín Phoenix dijo lo que yo sentía en mi corazón, cuando al final del documental "Earthlings", dijo sobre los crímenes que en él se desvelaban. "La tortura y muerte sistemática de seres dotados de sentimientos muestra hasta dónde puede llegar la indignidad del ser humano." Ratificando las afirmaciones del escritor judío y Premio Nobel de Literatura, Isaac Bashevis Singer, yo también hace tiempo que llegué a la conclusión de que la forma en que el ser humano trata a sus congéneres, la llamada "dignidad humana" y el llamado "humanismo" son una tomadura de pelo. Esta es mi opinión "pagar por la tortura y la muerte sistemática de seres dotados de sentimientos muestra hasta dónde puede llegar la indignidad de la humanidad." (https://unbuencaminantenodejahuellas.blogspot.com/search?updated-max=2022-01-09T14:58:00%2B01:00&max-results=7&start=42&by-date=false)
Dr. Ernst Walter Henrich
Y lamentablemente el sufrimiento no es solamente para los toros. Yo trabajé más de 4 años en las perreras y lo que he visto allí me ha hecho llorar muchas lágrimas amargas.
Gracias por publicar el artículo. Gracias.
Ja,ja,ja… no sabía que tenías una foto de artista. Me encanta, sobre todo esos ojos penetrantes.
¿Cuatro años trabajando en las perreras municipales?
Eres una mujer extraordinaria, con un valor probado y con un grandísimo corazón.
Te ruego que me permitas nombrarte por tus méritos y tu sensibilidad Marquesa del Jardín Interior y declararte todo mi afecto y mi admiración.
Cuenta siempre conmigo, mujer de nobleza probada.
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Vaya título tan hermoso me has dado. Muchas gracias. Eres muy generoso. Sin embargo no creo que me merezco tal título, sólo soy una mujer sencilla en busca de un poquito de paz y tranquilidad.
Tus palabras son una brisa caliente que acaricia mi corazón.
Tú también, Salvador, siempre podrás contar conmigo, y no lo digo a la ligera.
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