lunes, 22 de febrero de 2021

JOU NOOIT VERGETEN

 



   Corría el año 2015. Estaba enamoradísimo de una ex alumna a punto de divorciarse. Las clases tenían lugar en el gimnasio de un instituto: una nave de altísimo techo que contaba con un largo –y sucio- espejo en una pared. Ella asistió y participó en algunas clases nocturnas.

Una tarde, jugueteando mientras esperaba el comienzo de la práctica, proyectó su aliento en la parte alta de un segmento del espejo. Allí escribió su nombre sobre el vaho junto a lo que parecía el corazón atravesado por una flecha. Vi de lejos como lo hacía, pero no presté más atención atendiendo como estaba a otros participantes.

Pasaron meses cargados de excitantes experiencias. Pero los fríos del año siguiente trajeron la ruptura sentimental. Mi vida siguió en su monotonía. Clases y más clases, viajes y cursos, todo sazonado de soledad y con un persistente y agudo síndrome de abstinencia de aquella divina mujer tóxica.

Un día, año y algo después del corte con ella, llegué temprano como de costumbre a abrir la fría sala de prácticas. Habitualmente tengo bastante tiempo por delante hasta el comienzo de la clase nocturna. A veces practico los movimientos que voy a enseñar. Otras veces medito y otras paseo mientras pienso. Esa tarde llovía y posiblemente no asistiría nadie a la clase. En una de las vueltas me detuve ante la parte del espejo donde ella escribió su nombre. Recordaba yo el episodio como si hubiese sido aquella mañana. Se me ocurrió mirarlo más de cerca… y allí estaban las letras todavía!!!

Me dio un vuelco el corazón e inconteniblemente brotaron lagrimas de puro gozo. Aquellas eran las letras escritas por su dedo. Descubrirlas fue un eficaz bálsamo para mi desazón por no haber sabido entenderla. Un regalo de la vida que me consoló durante mucho tiempo en mis visitas nocturnas al sencillo altar cristalino.

Una eficiente limpiadora, un día cualquiera, se llevó en sus aditamentos de limpieza el último vestigio de mi pagana devoción.

Hoy se cumplen cinco años que cerramos la embajada del otro en nuestros corazones.

Me gustaría que no me doliese la herida todavía.


-S.P.



 (Sí, he cambiado la foto. Me gusta más esta)

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13 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué hermosamente cruel viene la noche, tan aullando. (Príncipe Ramosky)
Sabréis, y así os lo digo, que solo me hago luz con vuestra ultima orquídea del Jardín, a modo de homilética a los tulipanienses. Y es que en vuestro celebratorio del quinquenio, hay muncho de belleza, de verdad y de rigor. Así en la vida.
NOTAS SOBRE NOTAS
"Cerramos las respectivas embajadas". Holanda es ese país de grandes pintores que, mientras Europa ardía en guerras de púlpitos, pólvora y mercados, ellos se ensimismaban a vueltas con una perla, vaca o prado, allí, en los territorios imantados de sus lienzos; en sus talleres impregnados de alcanfores, con patios umbros rematados a zoga y tizón por alguna cuadrilla de albañiles portugueses luteranos, .
"Tras ella irá, vulnerable y vulnerado, por ir de corazón bien "amatado"". (Príncipe Ramosky).
Cuando un hombre siente que tiene finalmente ante sí a la mujer de todas sus fantasias y deseos, que ahora puede realizar todo lo soñado, que su fantasma es real... se vuelve débil y vulnerable, en virtud de la ley tercera del teorema de Ramosky.
(Encontré en Berceo, según creo, este término tan a su vez PRIMOrdial, portativo y ajustado a mis elucubraciones: AMATADO).
Allí estaba ella, delante de él, acumulando información. Aunque buscaba comprender.
Entre el muro y el espejo, entre su aliento y el bronce, entre el corazón y la cera, ella dejaba signos y señales con su boca y con su mano, sabiendo que él ya había encontrado un retablo, una capilla, un lugar en el muro donde la mantendría divinizada y reina.
De pronto, estando ella a oscuras, pensó si podría soportar la tan descomunal carga/descarga de eléctrica emoción que él en cada punto de su amor le generaba.
SR

Anónimo dijo...


El hecho de transferirla (prendas, abalorios, fotogramas), a su pequeño nido-altar, como reina absoluta de su arrobo en su inmarcesible divinidad, le permite tenerla siempre cerca, en primera línea de ritual, pero a su vez le sirve de marca de frontera, para delimitar las vías y vanos del dentro-fuera del sacro espacio basilical.
Se construye una poética del silencio en función de los gritos y señales que cada uno viene a lanzar en los espejos de los muros de su ínsula más insular.
Y la nave va. EL problema es que te AMATES con las resonancias que genere el transfer de las fantasías y deseos -fantasmas- al territorio de lo real. Y que no logres salir de esas resonancias, encerrado a perpetuis en la nube de la melancolía y en los molinos de viento del anhelar.
SR
FELICITACIONES por su escrito de tanto sentimiento y de tan buen contar.

Anónimo dijo...



Podemos tener mucha información, muchos datos acerca del otro en una relación, pero eso no nos garantiza que tengamos un entendimiento o una comprensión más allá de considerarnos como función y acto (en su escrito alude a las prácticas varias veces).
... NO me parece que sea justo, por tanto, entrar en desazón o reprocharse a uno mismo no haber sabido entender... asumir uno la jefatura para lo fallido... envolverse "enruladamente" en la "curpa curpita" como un rollito de primavera en invierno, al perol la calabaza...
Ella también debió tener su parte de resonancia en el sendero a la ruptura. ¿La abrumó en demasía su elevación como diosa a los altares divinizada por vos?
Lo sagrado. De lo sucio a limpio. El cristal, sucio en un principio, pasa a ser cristalinamente impoluto luego que por su boca ella le sopla su pneuma y por su dedo ella transcribe su gesto (está en fase de inicio de su gestión, flechadamente herida).
(Continuar ¿?)

El jardinero dijo...


Por mí sí. Que continúe.

Gracias por su afortunada y original aportación.


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Anónimo dijo...

HOY ha muerto JOAN MARGARIT.

Anónimo dijo...

Cuando un hombre siente que tiene finalmente ante sí a la mujer de todas sus fantasias y deseos, que ahora puede realizar todo lo soñado, que su fantasma es real... se vuelve débil y vulnerable, en virtud de la ley tercera del teorema de Ramosky.
SE ATAMA- SE ata más a su ama. DEL verbo ATAMAR-SE. (Principio del final según Ramosky).
Uno puede ir con sus fantasmas religado, en sacra nube de asepsia virtual, a dónde quiera, menos a una relación de diosa a siervo herido, autoconmiserativa como la letra de un tango, que a mas a más ocurra en lo real.
SR

El jardinero dijo...


Tiene usted toda la razón. Pero están tan ricas y apetecibles las hembras que volvería a equivocarme y a revolcarme de dolor con tal de acercar la cara un rato a su sexo calentito para sentirme en comunión íntima con el Universo.

Un fuerte abrazo.


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Anónimo dijo...

DIVINIZANDO a la hembra la estamos poniendo a la distancia de seguridad debida.
Diríase que estamos mas tranquilos teniendo a nuestros dioses a buen recaudo, bien guardaditos, ya fuere a modo de un dolmen o una estatua; un relicario; una capilla; un reposa-almas con forma de bendita concha...en fin, el Universo a su través.
Un abrazo. SR,

El jardinero dijo...


Qué bueno lo escrito. Qué arte. Gracias por la sabiduría que nos regalas. Le sacas un excelente partido a mis resabiados rebuznos novelados.

Un abrazo.


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Anónimo dijo...

Señor del Jardín
Su amor a la vida y su probada
voluntad de supervivencia
le acreditan como un probado superviviente.
(La lluvia entre los pinos como un balcón entreabierto
en un jardín romántico del gran HOFMAN).
Por ello me he permitido significar, desde mi caletre
encorcovado, de cómo su obsidianita pura en constante sacralización
de la divina
magdalena de la Hembra
le llevó a ese estado
de un insoluble stand by o estación de espera
magdaleniense,
a ese júbilo del quinquenio, muy propio para un
jardín de cinco sauces,
o bien citaré para acabar su bello poema confirmando ese vivir su vida
sin enterarse...
algo que comprendo muy de cerca, como todo
aquel que vive su vida sin vivir en si...
un abrazo de S.R.

El jardinero dijo...

¿Recuerda las clases particulares a aquellos jóvenes de la alta burguesía malagueña del paseo de Redding? Yo le esperaba allá abajo, en el pretil de piedra junto a la carretera al Palo. Como un pajarillo en el nido aguardaba con el pico abierto que usted siguiera, con la paciencia de un maestro rural, alimentando y enriqueciendo mi enorme aljibe de ignorancia.
Pues así fue. Uno de mis tesoros de juventud y formación.


Gratias in aeternum.



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Anónimo dijo...

Como el tiempo en los escapularios
que en un cajón se pican
mientras suena una campana al alba
de los libros polvoridos...
Allí te espero.
En la ruta del Palo.
Junto al petril de piedra
Al caer la tarde,
Allí estaré
Allí nos vemos.

El jardinero dijo...


Allí volveremos desencarnados ya y preparados para el sueño eterno.

Nuestros espíritus tomarán el impulso de aquella pureza para el gran viaje.


Salud.


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