Dijo su hijo Agustín: “Fue un hombre extremadamente
complejo, contradictorio, híbrido, sociable, frívolo, pero también ermitaño,
ansioso, hipersensible, niño pequeño, tan tierno como pillo”.
El sepelio tuvo lugar en el monasterio de Pedralbes.
Música clásica de la India cerró el acto. Puro Oriente resonando en paredes
góticas de puro Occidente. Puro Paniker.
- Carles Geli en EL PAÍS
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