“La tercera cualidad
de la madurez espiritual es la paciencia. La paciencia nos permite vivir en
armonía con el dharma. Como afirma Chuang Tzu:
Los hombres verdaderos
de la antigüedad
no pensaban en luchar
con el tao,
no intentaban con sus
propios esfuerzos
ayudar al tao.
La madurez espiritual
comprende que el proceso del despertar pasa por muchas estaciones y ciclos. La verdadera
paciencia no es conseguir ni apegarse a algo, no busca ningún logro. La paciencia nos
permite abrirnos a lo que está más allá del tiempo. En el modo más profundo,
comprende que lo que buscamos es lo que somos, y siempre está ahí. El gran maestro
indio Ramana Maharshi (en la imagen) dijo a sus discípulos que lloraban cuando
su cuerpo moría: “¿Dónde creéis que puedo ir sino es hacia mí?”
-Jack Kornfield
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