Cuando
escuchamos a ladrar a un perro, uno podría imaginar emoción, dolor, reacción,
ansiedad, auto identificación, pero en realidad no hay nada allí -sólo el
sonido de un largo y profundo corredor, canalizado por la nada y
desvaneciéndose en la nada otra vez.
Como ese
perro, puede que todos nos esforcemos, pero verdaderamente no hay nada que
hacer. Si miramos profundamente en nuestras vidas, hay sólo un delgado barniz
de significado auto generado sobre un inmenso océano de nada.
Lo que
hacemos sólo tiene sentido en el aquí y ahora. No permanecerá en el próximo
instante. Solo haz lo que puedas por el presente, y deja que todo lo demás pase
naturalmente. Trabaja. Lava. Medita. Come. Estudia. Orina. Duerme. Ejercita.
Habla. Escucha. Toca. Muere cada noche. Nace otra vez cada mañana.
-Meditaciones
taoístas
---------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario