"La
mujer posee una sexualidad más difusa, que mira hacia dentro, mientras que la
del hombre mira hacia fuera. El deseo que la mujer tiene de dar y recibir
palabras se explica por la necesidad de nombrar su mundo interior y entender su
cuerpo, que le envía mensajes turbadores de manera continua como la
menstruación, el embarazo... Aunque el hombre también atraviesa momentos
complicados en su vida, estos cambios son menos llamativos en él. Ellos también
sufren un descenso de libido con la edad, por ejemplo, cuando estrenan la
década de los 50. Pero muchos varones prefieren referir esos cambios en su
relación a lo que le pasa a su compañera y niegan que también están cambiando
por temor a sentirse menos viriles.
Lo
que ambos sexos tienen en común es la necesidad de expresar lo que sienten. Si
bien es cierto que los modos de hacerlo son diferentes".
-Isabel
Menéndez, psicoanalista
(Fotografía de Berquet / Suite canina)
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