Te digo adiós y acaso te quiero todavía.
Quizás no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco,
pero si sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en el recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiece a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
-José Ángel Buesa
(A S.)
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3 comentarios:
Vayan estos versos para ese lobito,
con todo cariño para ambos, Jardinero.
Blancos los madroños
rojo el sentimiento
la nieve en su hocico
cual laurel de invierno.
Absorto el lobito
de amor se despide.
Como blanca luna
como fría nieve
sobre sí plegado
mientras sigue el tiempo
con sus simetrías
quitando y poniendo…
Absorto el lobito
de amor se despide.
AZUJ
Qué bonito, y qué triste.
Sí, así fue mi relación con Susana R. Bonita y de triste final.
Ya lo dice la sentencia de mi condena:
"Optarás por la soledad de los lobos en lugar del calor de los rebaños".
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