La experiencia es lo único que enseña. Y la
espiritualidad es como nadar: no se puede explicar. Se puede describir, pero la
descripción será letra muerta. La espiritualidad es una experiencia viva. Algo sucede
cuando está presente alguien que tiene esa capacidad. No os la puede contar,
pero podéis aprender. Y ese es el misterio: no puede enseñárosla, pero vosotros
podéis aprender si sois receptivos.
Así que recordadlo: depende más del discípulo y de su
receptividad, que del maestro. Él está allí, presente. Vosotros debéis ser
receptivos e impregnaros; debéis ser receptivos y permitirlo. Si tenéis miedo,
todo el ser se encoge; os cerráis. Cuando estáis cerrados, el maestro puede
llamar a vuestra puerta, pero no obtendrá respuesta. Y cuanto más llame, más os
encogeréis y asustaréis. Así que ni siquiera lo intentará porque eso sería una
agresión. Simplemente esperará junto a la puerta. Cuando estéis abiertos y
preparados, os lo podrá dar, de manera instantánea. Pero el discípulo deberá
estar preparado.
-Osho
(En la foto mi amado gurú Sri Marajah Singh Ji)
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